Sticky toffee cake

El misterio que rodeaba al reto de Film and Food este mes me atrajo desde un principio. La película "La vida secreta de las palabras" marcada por el silencio, por las palabras que no se dicen, la enigmática protagonista... no sabía qué nos podía deparar este mes de marzo.

Y cual fue mi sorpresa al llegar a la foto de un cake que no conocía. Por la apariencia llevaba frutos secos, pero qué frutos exactamente? Y esa salsa cubriéndolo, qué salsa era???

Investigando en internet y preguntando a una de mis compañeras de trabajo, llegamos a la conclusión que tenía que ser el Sticky toffee cake, un pastel hecho a base de mantequilla, dátiles y una salsa toffee encima. Una salsa toffee? Jamás había hecho nada igual y no sabía cuál sería el resultado.

La receta la cogí de la página BBC Good Food y el sabor ha sido espectacular. La combinación del bizcocho con la salsa es algo delicioso.

La única duda que me ha quedado, es acerca de la jugosidad del bizcocho. He leido en muchos sitios que el bizcocho debería ser húmedo y jugoso y el mío ha quedado más bien seco. Compararé con el resto de recetas.

Esta es mi receta.

INGREDIENTES (6 PAX)

Para el cake:
• 150 g de dátiles en trozos
• 150 ml de agua
• 1 cucharilla de bicarbonato sódico
• 60 g de mantequilla pomada
• 150 g de azúcar moreno
• 2 huevos
• 180 g de harina
• 1 cucharilla de levadura

Para la salsa (aunque la receta traía proporciones mayores, yo la hice con esta cantidad y para nosotros fue suficiente):
• 50 g de azúcar casi glace
• 50 g de mantequilla
• Zumo de medio limón
• 50 ml de nata

PREPARACION:

Para el cake:

Picamos y troceamos los dátiles. Los ponemos en un bol, los cubrimos con el agua y los salpicamos con el bicarbonato. Dejamos que la mezcla se moje y los dátiles se suavicen y ablanden durante ½ hora.

Ponemos los dátiles y la mezcla de agua en una sartén y calentamos hasta que hierva. Cocinamos la mezcla durante 5 minutos, revolviendo ocasionalmente. Dejamos la mezcla enfriar y la hacemos puré.

Precalentamos el horno a 160.

En otro bol, juntamos y mezclamos la mantequilla y el azúcar Moreno. Añadimos los huevos y el puré de dátiles y mezclamos. Tamizamos la harina y la levadura en la mezcla líquida.

Preparamos el molde con papel de hornear (importante), echamos la mezcla y alisamos la parte superior.

Hornear durante 10-12 minutos.

Para la salsa:

En una sartén, ponemos la mantequilla y el azúcar y dejamos que se disuelva. Lo ponemos a hervir revolviendo continuamente, la mezcla empezará a caramelizar. No paramos de revolver, la mezcla pasará de un color oro claro a un color oscuro.

Quitamos del fuego y echamos el zumo de limón. Cuidado porque salta y salpica. Agregamos la nata y revolvemos a fuego muy lento para que se disuelva todo muy bien y nos quede una salsa cremosita.

Colamos la salsa para quitar cualquier exceso de azúcar.

Para servir:

Sacamos el pastel en un plato con 3 cm de profundidad.

Pinchamos con un tenedor el pastel y vertemos la salsa caliente sobre él.

Se puede servir con helado de vainilla. Es un buen contraste.

Pues animaos a probar esta receta... No os arrepentiréis.

Y para despedirme, quiero dejaros una foto donde la primavera es protagonista y la causa de este colorido y sobre todo del florecer de esa "pescalina" tan preciosa que hace mis delicias cada día. Estas son las vistas desde mi habitación. Hay mejor manera de empezar el día? Qué pena que a traves del ordenador, no podáis oir ni oler esta maravillosa mañana... Y ahora... disfrutad del fin de semana. Besos

Cupcakes de arándanos

Es posible que aún esté pensando en ese postre que me cené el sábado? Pues si, es posible. Y es que el sábado asistimos a la boda de unos amigos y el postre del menú fue algo delicioso. Aún hoy, recuerdo esa mousse de 3 chocolates cremosa y fresquita que a cada cucharilla hacía aumentar aún más mis ganas de tomar otra cucharilla más y otra más.

Y es posible que después de una comida y cena copiosas el sábado, mucho baile, el cambio de hora y el consiguiente cansancio, me levante el domingo con ganas de más dulce? Pues si, también es posible.

Para saciar mis ansias, hice estos cupcakes de arándanos que, aunque dulces, el toque de las frutas les consiguieron dar su toque de frescor y jugosidad. Tenía ganas de hacerlos hace tiempo porque sabía que no me decepcionarían. Efectivamente, así ha sido.

Y sin más preámbulos, nos vamos con la receta

Ingredientes:

125 g de mantequilla pomada
140 g de azúcar
2 huevos
140 g de harina tamizada
1/2 cucharilla de levadura
125 g de arándanos secos
2 cucharadas de leche
Azúcar glace (para espolvorear)

Preparación

Precalentamos el horno a 180º. Preparamos un molde para muffins con 12 cápsulas. Picamos los arándanos en trocitos.

Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y batimos hasta conseguir una masa clara y cremosa, después añadimos los huevos uno a uno y batimos. Echamos la leche y volvemos a batir.

Tamizamos la harina y la levadura y mezclamos con la masa anterior.

Echamos los arándanos y mezclamos bien.

Vamos colocando la masa en las cápsulas de los cupcakes y horneamos 25 minutos aproximadamente. Una vez horneados, dejamos enfriar sobre una rejilla y espolvoreamos con azúcar glace al gusto.

Si queréis hacer algo sencillo y rápido, no lo penséis, esta es vuestra receta.

Un besín,



La Bella Italia: Lasaña de puerros y ricotta

Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de marzo nos invita a preparar un plato clásico de la cocina italiana: Lasaña

Una plato que gusta a todo el mundo. No conozco a nadie que diga "no" a un trozo de lasaña. Y no me extraña porque cualquier combinación de ingredientes con pasta puede ser un acierto.

Esta vez he querido hacer una lasaña apta para todos los amantes de la pasta, las personas vegetarianas, los que matarían por un trozo de queso y los que quieren conservar la línea. Así que...

¡¡¡VIVA L´ITALIA!!!.



Ingredientes (para 2 personas):

250 g de queso ricotta
6 láminas de lasaña al huevo
300 gr de puerros
1 huevo
50 g de queso parmesano (yo utilicé Emmental)
8 aceitunas negras
15 cl de nata líquida
Sal
Pimienta
1/2 cucharadita de nuez moscada
1/2 cucharilla de hierbas de la Provenza

Preparación:

Precalentamos el horno a 200º.

En una fuente, cortamos en cuadraditos el queso ricotta, le añadimos 3 cucharadas soperas de queso emmental rallado. Añadimos el huevo ligeramente batido, salpimentamos, añadimos la nuez moscada y mezclamos todo bien. Reservamos.

Ponemos a hervir una olla con abundante agua. Cuando rompa a hervir echamos una pizca de sal y unas gotas de aceite y metemos las láminas de lasaña. Retiraremos a los 7 minutos (si nos gustal al dente). Refrescamos en una fuente con agua fría durante 1 minuto y sacamos las láminas, secándolas con un paño de algodón.

En un bol, troceamos las aceitunas, les añadimos un chorrito de aceite y las hierbas de la Provenza. Dejamos macerar.

En una sartén, ponemos una cucharada de aceite y ponemos los ajos puerros troceados. Salpimentamos, los tapamos y los dejamos sudar unos 10 minutos, revolviendo de vez en cuando. A los 10 minutos, les añadimos las aceitunas maceradas y la nata líquida. Revolvemos bien y dejamos tapado 1 minuto.

Al pasar este tiempo, añadimos esta mezcla a la del queso ricotta, el emmental y el huevo. Mezclamos todo bien.

Y ahora vamos a montar nuestra lasaña.

Untamos con aceite el fondo del molde en el que haremos nuestra lasaña. Colocamos 2 láminas de lasaña. Ponemos sobre las láminas, parte de la mezcla que hemos hecho y espolvoreamos con emmental rallado. Colocamos otras 2 láminas de lasaña y repetimos la operación anterior. Colocamos las 2 últimas láminas de lasaña y acabamos poniendo el resto de mezcla con bastante queso emmental por encima puesto que es la capa final y la que vamos a gratinar.

Metemos en el horno durante 35 minutos a 180º.

Ya tenemos nuestra lasaña, que os puedo asegurar que es una delicia. El toque de las aceitunas es fabuloso y la cremosidad de la ricotta... mmm maravilloso.

Sólo os puedo decir una cosa. Probadla.

Y después de nuestro paseo por La Bella Italia, vamos a ver qué nos depara el mes de Abril en nuestro siguiente reto. A dónde viajaremos la próxima vez?

Biscotti de melocotón

El cantuccini, también llamado cantucci o biscotti di Prato, es uno de los dulces más apreciados de la gastronomía toscana, típicos de Prato, de ahí su otra denominación.

La primera receta documentada proviene de un manuscrito de Amadio Baldanzi, un erudito pratense del siglo XVIII, conservado en el archivo de Prato. En este documento, al biscote se le llamaba a la genovesa.

La receta fue después recuperada por el pastelero Antonio Mattei en el siglo XIX, y ha llegado a nuestros días con variantes más o menos modernas. El mismo pastelero lo presentó a la Exposición Universal de París de 1867, recibiendo una mención especial.

Tradicionalmente, el cantuccini suele venderse con otra especialidad dulce de Prato, el bruttiboni. Como postre, se suele servir con el vin santo toscano, que una vez servido en vasos pequeños de cristal, se moja en el mismo antes de llevarlo a la boca.

Esta ha sido mi versión del biscotti. Tenía muchas ganas de hacerlos y el sabor y la textura me han encantado. Sin duda, probaré otra receta más adelante.

Ingredientes:

150 g de orejones
275 g de harina
1 cucharilla de levadura
150 g de azúcar
2 huevos tamaño L
1/4 cucharilla de extracto de vainilla
Ralladura de un limón

Preparación:

Precalentamos el horno a 190º. Cortamos los orejones en trozos pequeños.

Tamizamos la harina y la levadura en un bol. Añadimos los orejones y el azúcar y mezclamos. Añadimos los huevos ligeramente batidos, el extracto de vainilla y la ralladura. Mezclamos bien hasta formar una masa suave.

Ponemos la masa en la mesa de trabajo enharinada y con manos enharinadas y amasamos durante 2-3 minutos.

Dividimos la masa en dos cilindros de unos 4 cm de diámetro. Ponemos la masa en la bandeja de horno con papel y aplastamos los cilindros hasta conseguir que midan unos 2.5 cm de espesor.

Horneamos durante 25 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar 15 minutos en una rejilla. Bajamos la temperatura del horno a 160º.

Usando un cuchillo de sierra, cortamos los tronquitos en rebanadas de 1 cm de espesor, más o menos.

Colocamos los trozos en las bandejas de nuevo. Horneamos durante 10 minutos. Damos la vuelta a los trocitos y horneamos otros 10 minutos.

Dejamos enfriar en una rejilla.

Y ahora os enseño alguna de las fotos del curso de galletas decoradas que hice el domingo con Elena de "Dulce y algo salado" (algunas las cogí del blog de Elena). Resulta que hace unos meses me apunté a un sorteo que organizaba y cuál fue mi sorpresa cuando recibi la noticia de que me había tocado a mi. A mi, que nunca me toca nada ;)

El premio era una cajita de galletas hechas por Elena o la asistencia a uno de sus cursos. Viendo las preciosidades que hace, supongo que adivinaréis cuál fue mi elección, verdad?

Foto del grupo con la profe.

Estas son las galletas que yo hice

Y la foto con todas las galletas del grupo

Y aprovechando que hacía tan buen día, pasamos una tarde (porque salimos del curso a las 15h) maravillosa. Comimos, dimos un paseo al solecito y después nos perdimos un poco por las calles de la villa llanisca; sin duda uno de mis sitios preferidos. Os dejo con una imagen de la villa de Llanes al fondo.

Un beso.

Tarta de frixuelos

Hace dos semanas fue el cumple de Roberto y quería regalarle una tarta de cumple.

Coincidió que era Carnaval y había prometido hacerle frixuelos. Además, le encanta la crema pastelera (todo un reto para mi, después de un intento fallido hace meses y conseguir crema pastelera con tropezones). Total, que decidí hacer una tarta de frixuelos y así combinar las dos recetas (y saldar mis dos deudas pendientes).

Para hacer los frixuelos, iba a utilizar la receta que podéis ver en esta entrada de hace algún tiempo (pincha aquí), pero en la quedada que hicimos en Oviedo, comentándolo con Encarnita del blog "El paraíso de los golosos", me aconsejó algo que no podía dejar de probar: añadir nata a la masa de los frixuelos.

Así quedó la receta de estos frixuelos fantásticos (os lo puedo asegurar).

Ingredientes (frixuelos):

150 g de harina
200 g de leche
150 g de nata
4 huevos
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar
1 chorro de anís
1 sobre de levadura
Azúcar para espolvorear

Preparación;

Preparación:

En una jarra o una fuente, batimos los huevos. Añadimos la leche, la nata y seguimos batiendo. 

Añadimos el azúcar, la sal, el anís y la harina junto con la levadura. Batimos bien hasta conseguir una masa fina.

En una sartén, echamos una cucharilla de aceite y, a continuación, una garcilla de masa, distribuyédola bien por la sartén y quitando el exceso para que los frixuelos queden finitos. Freímos por ambas partes. (Ojo! Que el primero es el de prueba, siempre sale mal)

Colocamos en un plato uno encima de otro, espolvoreándolos con azúcar uno a uno.

Y ahora vamos con la crema pastelera (yo la hice a la vainilla):

Ingredientes (crema pastelera):

1 l. de leche
250 gr. de azúcar
20 gr. de mantequilla
90 gr. de Maizena
6 yemas de huevo
piel de limón
2 cucharillas de extracto de vainilla

Preparación:

Poner en el el fuego un cazo con 375 ml. de leche, el azúcar, la mantequilla, la piel de limón y la vainilla hasta que hierve. Dejar en infusión y reservar.

Poner en una fuente las yemas e ir incorporando lenta y alternativamente la Maizena y la leche restante (125 ml), hasta incorporarla en su totalidad y que no quede ningún grumo.

Colar la leche en infusión y aún caliente, incorporarla a la mezcla anterior. Llevar al fuego suave, y con las varillas o cuchara de madera, ir removiendo hasta que quede bien espesa. Ya tenemos la crema pastelera para rellenar nuestra tarta.

 Para motar la tarta, iremos colocando un frixuelo y una capa de crema pastelera sucesivamente hasta conseguir la altura deseada. Yo la decoré espolvoreándola con azúzar glace y canela.

Es una pena no haber conseguido una foto del corte de la tarta, pero esto es lo que tiene hacer regalos en forma de repostería. Lo que sí os puedo decir, es que en casa de Roberto les gustó mucho.

Aunque lleva un poquito de tiempo (sobre todo al tener que hacer los frixuelos), os aconsejo hacerla.

Sabéis quién se comió el frixuelín que sobró? Fue mi postre del sábado, después de toda una mañana de trabajo. Me lo merecía, no? Si os fijáis en la próxima foto, podréis ver el aspecto de la crema pastelera.

Un besín